top of page

La trilogía de la superviviencia

Crítica ★★★☆☆ de «La ansiedad de Veronika Voss», de Rainer Werner Fassbinder

Crítica ★★★★★ de «Lola», de Rainer Werner Fassbinder

Crítica ★★★★☆ de «El matrimonio de Maria Braun», de Rainer Werner Fassbinder

Banda Sonora 2 - Podcast - FinalCamilo Cárdenas
00:00 / 09:01

La 'trilogía BRD' de Rainer Werner Fassbinder desde una aproximación de la música de sus películas.

Melancolía mediterránea en la RFA

Crítica ★★★☆☆ de «La ansiedad de Veronika Voss», de Rainer Werner Fassbinder

Alemania del Oeste, 1982. Título original: Die Sehnsucht der Veronika Voss. Director: Rainer Werner Fassbinder. Guión: Peter Märthesheimer, Pea Fröhllich. Música: Peer Raben. Compañía productora: Laura Film, Tango-Film, Rialto Film, Maran Film. Premios: 1982: Festival de Berlín: Oso de Oro 1982: Festival de Toronto: Premio FIPRESCI Productor: Thomas Schühly. Fotografía: Xaver Schwarzenberger. Reparto: Rosel ZechHilmar ThateCornelia FroboessAnnemarie DüringerArmin Mueller-StahlDoris SchadeErik SchumannRudolf PlatteJohanna Hofer. Duración: 105 minutos.

'Una famosa actriz alemana en el ocaso de su carrera recurre al alcohol y a las drogas con la esperanza de recuperar la fama perdida. Ésta es la última parte de la trilogía de Fassbinder sobre el desmoronamiento de los sueños de la Alemania Occidental de la posguerra.' (FilmAffinity)

​

Esta peli de Fassbinder en blanco y negro, a pesar de ser del 82', usa el esquema de créditos al inicio, con un fondo de papel antiguo, letras con serifa pronunciada y sombra de proyección que hacen un guiño a la usanza de los inicios de las películas del periodo clásico. Así mismo, la música de Peer Raben abre con toda la pompa y solemnidad que podría tener una fanfarria real: los metales imponiendo la parada y la percusión en los timbales marcando el ritmo de la marcha. Son interesantes los gestos de quinta ascendente que usa para alejarse de la tonalidad y la construcción del motivo melódico que deja en el oído la sensación de una estructura por acordes justos más que triádicos (i.e. con sonoridad medieval si se quiere), y juega con lo que parecería un acorde de sol dórico (tercera menor) y sol mixolidio (tercera mayor) creando ambigüedad tonal.

 

Paulatinamente, y ayudado por el sustento proporcionado por un pedal de cuerdas en trémolo, un oboe cambia el color de los metales con una melodía que divaga, asciende y nos lleva junto con las trompetas a una tonada en la tonalidad de la mediante, es decir en si bemol mayor. Esta nueva melodía, me suena risueña y mexicana según mis escasos referentes; e introduce una estética que servirá como leitmotif de la locura de Veronika. Este estilo será recurrente y más adelante estará caracterizado por el uso de una cítara, una armónica y una guitarra eléctrica que me recordaron mucho a la música de Anton Karas en "The Third Man" y que en su momento percibí atónito como referente sustancial para la música de cierre de Bob Esponja, lo sé, mis referentes no son los mejores pero para los que no hayan visto ninguna de las dos pelis puede ayudarles a hacerse una vaga idea jajaja. En fin, la estética musical que contrasta a lo largo de la película se me antoja relajada, somnolienta y mediterránea. 

 

Para cerrar la obertura y dibujar de alguna manera la síntesis de la película, la música alegre contrasta en la mitad de dos secciones inmersas en la oscuridad que bien podrían representar la amargura de las estrellas en decadencia y la prisión en la que caen algunos adictos -muchas veces por sus propias fallas- o a veces por la malicia de los propios dealers que, al igual que en "El Hombre del brazo de oro' de Preminger, terminan por dictaminar la sentencia de sus clientes-prisioneros. Lo interesante, es que aquí ésta figura no se revela tan fácilmente como en la peli que protagonizó Sinatra, y en varios momentos trascendentales la única música que suena es diegética y parecería aleatoria. Sin embargo, la escucharemos primero cantada por el fornido enfermero en un momento cuando la doctora presiona a Veronika para pagar por la droga y después cuando con la ayuda de trucos sucios la doctora evade a la policía y suena en la radio Sixteen Tons, la misma canción que cantaba el enfermero y que, oculta en el fondo sonoro, sutilmente nos dice en inglés y en analogías con la esclavitud minera, la triste realidad de la adicción:

 

Muscle and blood and skin and bones

A mind that's a-weak and a back that's strong

...

You load sixteen tons, what do you get?
Another day older and deeper in debt
Saint Peter don't you call me 'cause I can't go
I owe my soul to the company store

...

​

​

​

bottom of page